Hoy desperté y me descubrí mirando el techo, sentí un golpe en la mejilla, era un beso dormido tuyo, balbuceaste algo, no recuerdo qué, yo también estaba dormida ó al menos me encontraba soñando así que solo te abrace y me volví a perder en la oscuridad de mis ojos, en mi imaginación inconsciente; al poco rato el estruendo del despertador realizo su trabajo: !despertarme! justo a alas 5:30 a.m. ó al menos eso marcaba el reloj, puse mi cuerpo de nuevo alejado del tuyo lo más próximo al tuyo, y te pedí que me abrazaras, así como sueles hacerlo, esos abrazos que me dan seguridad, y fortaleza, al sentirme entre tus brazos otra vez, volví a cerrar los ojos más despiertos cada vez.
jueves, 10 de septiembre de 2009
crónica de un despertar dormido
Publicado por dianasaurio en 13:00
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1 comentarios:
mi problema principal es con los ojos despiertos que jamás me miran, es triste... ni modo de negarlo, pero tú, tú escribes muy bonito (:
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